martes, 17 de marzo de 2020

Obra de teatro breve sobre Juan Jufré

Les dejo a mis colegas docentes, una obra breve de mi autoría. Puede ser de utilidad para conmemorar el día de la Fundación de nuestro San Juan de la Frontera.¡Suerte!

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Una visita de antaño”
Obra de teatro en un acto. Autora: Ana Adela Heredia.

PERSONAJES:
Matías, Bernardo, Elías, Claudio, Micaela, Tania, Sarita: actores juveniles.-
Director, Juan Jufré, Sacerdote, Soldados 1 y 2.
(Los actores están preparando la escena, colocan objetos, trajinan llevando cosas y adornando el lugar. Entra el Director y procede a ubicar a los actores)

Director - ¡Buenas tardes, actores! A ver, quiero escuchar si se aprendieron la letra, no hagan lo mismo de ayer, que no sabían nada. Más les vale haber estudiado, si no, no hay pizza.
Bernardo – ¿pizza? ¿escuché bien? Mmm... sí, pizza con morrones, anchoas, y huevo duro, así (hace el ademán de condimentar) con jamoncito picadito...
Tania – picadito vas a quedar si no estudiaste tus parlamentos. Ponete las pilas, ayer no dijiste nada. ¿Qué hiciste toda la tarde, dormiste la siesta sanjuanina?
Bernardo – ah, mirá quién habla... la alumna sarmientina. Si a vos te dicen Dominga Faustina Sarmientita … ¡qué hacés, señorita maestra ciruela!
Tania – pero yo estudio lo que tengo que estudiar, no me da la cara para venir a un ensayo a decir cualquier verdura, como hacés vos. Estudiate la letra, estrená tu cerebro que lo tenés precintado todavía.
Bernardo – lo que te voy a precintar es la boca, hablás hasta por los codos.
Tania – será que siempre tengo algo para decir, algo interesante, por supuesto.
Director – chicos, ya basta. He escuchado pacientemente vuestra discusión y no me gusta nada. Son compañeros y deberían saber que las críticas, dichas así, destruyen (palmea) a ver si nos sacamos la modorra...
Micaela – ¿que nos saquemos la que?
Director – la modorra, ese sopor que da a la hora de la siesta.
Micaela – ¿ese qué? ¿sopor, dijo? No entiendo. Hable en fácil, dire.
Sarita – ay, Mica, ¿cómo no vas a saber lo que es el sopor? Es lo que le sale al agua cuando hierve... uno de los estados del agua, ahora que me acuerdo.
Micaela – ¡cierto! El agua tiene tres estados: sólido, líquido y gaseoso. ¿Y el sopor es el cuarto estado del agua? A ese no me lo habían enseñado.
Sarita – el sopor es cuando el agua se vuelve gas...se evapora.
Director – no, el sopor es una forma de tener sueño. El vapor es el agua en estado gaseoso. Y la terminan con tanta charla, que hay que ensayar.
(Bernardo hará de Juan Jufré, Elías de sacerdote, Matías y Claudio de soldados. Se ubican en sus puestos.)
Bernardo – Caminar por tus calles, es todo lo que quiero....
Claudio – ¡No, no y no! (el director va a decirle algo, pero Claudio no lo deja hablar) esa canción todavía no se había inventado, faltaban más de 500 años para que naciera Villavicencio...
Sarita – ¿qué Villavicencio? ¿el dueño del agua?
Claudio – no, no y noooooo.... Ernesto Villavicencio fue un autor de foljklore cuyano, y este zoquete estaba diciendo el comienzo del vals “San Juan por mi sangre”, una hermosa canción que él compuso, cuando aun vivía. Aunque la gente que le canta a su terruño, nunca muere, pervive en el recuerdo popular, y sus canciones se hacen de todos.
Director – ¡bravo, bien, Claudio! ¡me sorprendiste!
Elías – le pintó el poeta al Claudio (ríe)... ¡es un payaso!
Claudio – ¿vos decís? (lo corretea a Elías, pero se topan con los verdaderos Juan Jufré, el Sacerdote y los soldados)
Juan Jufré – ¡háyase visto, chaval, semejante osadía!
Sacerdote – ¡por los clavos de Cristo! ¿qué es ésto?
Juan Jufré – sabía que vendríamos a un lugar desconocido, pero ésto es increíble.
Sacerdote – ni que lo diga, su merced. Los naturales de estas tierras son gentes muy extrañas. Mirad sus cabellos (señala a las chicas, que tienen el cabello coloreado en tonos fantasía)
Soldado 1 – si me dispensa, vuesa merced... ¿es que acaso usted había visto algo tan antinatural? En mi vida, he admirado a las rubias, morenas y pelirrojas...pero el cabello azul...verde... ¡¡que el cielo nos proteja de estas criaturas!!
Micaela – disculpe, señor, pero no sabemos quiénes son ustedes.
Director – Micaela, seguro son actores...¡los felicito, muy reales personajes lograron!
Soldado 2 – ¿es que acaso usted está ofendiendo a su merced?
Soldado 1 – háyase visto tamaño atrevimiento, bien decían que los naturales de las indias son gente incomprensible...y con muy malos modales. ¿Qué esperan para ponerse de rodillas en presencia de Don Juan Jufré de Loaysa y Montesa?
Sacerdote – y no se olvide de mí, el reverendo padre...
Elías – bueno, ya nos dimos cuenta que son unos actores re-grosos, mejores que el direc... (el director lo mira furioso) ehhhh...bueno, era un chiste. No es un chiste que ustedes son re buenos actores, el chiste es que el dire es buen actor (piensa) bueno, quise decir que el director es un...
Micaela – Elias, mejor, calláte, la estás empeorando más y te embarrás maaaal...
Juan Jufré – Yo he venido a cumplir con una misión conquistadora... fundar a la ciudad de San Juan de la Frontera...
Sacerdote – ¿escucharon? Están hablando con el genio y figura de la estirpe civilizatoria... a propósito, Don Juan... ¿dónde está el rollo fundacional? ¿y el árbol de la picota?
Claudio – rollos, lo que se dice “rollos”, sólo he visto los de mi vecino, cuando se pone la malla para cortar el pasto en el verano... ¡no le afloja a la semita, se nota! Y a la picota, parece que tampoco, porque se nota que se manda unas buenas picadas...
Soldado 1 – pero vaya insolente... ¡arrodíllese ante la presencia egregia, distinguida de vuestro fundador!
Tania – ¿de vuestro qué?
Soldado 2 – de vuestro fundador, el ilustre ciudadano del mundo europeo que ha venido a ilustrar vuestras mentes tan poco lúcidas... ¿o es que no véis que están en presencia de alguien que no es como vosotros?
Elías – eso, seguro. No es como nosotros.
Sacerdote – ya lo creo, vosotros parecéis obra del … no puedo invocar esa presencia del mal...
Claudio – pero si no somos malos. Estos salames tienen mala cara, pero es la pinta, nomás.
Elías – ay, habló el fachero del grupo.
Juan Jufré – es que no comprendo... ayer fundamos este poblado, pero los naturales no lucían así... hablaban otras lenguas...todo era tan distinto.
Sacerdote – pues yo tampoco me explico cómo ha cambiado tanto de un día para el otro... ¿y la aldea tan pequeña que fundó su merced?
Soldado 1 – con su licencia, su merced. Yo no comprendo aún cómo estos naturales indianos hablan la misma lengua que nosotros, pero con palabras muy raras.
Soldado 2 – es que yo tampoco lo entiendo, si me permite la licencia a mí también, su merced. El lugar, las ropas de estas gentes... ¡y hablan español!
(En ese momento, se escucha un sonido extraño. Juan Jufré, El sacerdote, y los soldados se quedan quietos).
Director – ¿se dieron cuenta? ¡Es como si los personajes de la historia se hubieran materializado!
Tania – ¡Sí, ellos son iguales a los dibujos de mi manual de historia de San Juan!
Matías – ¿será posible, entonces, que se hayan materializado?
Sarita – ¿Y eso que es? ¿que un dibujo se puede hacer real?
Bernardo – claro, dicen que sí se puede. Se ha inventado una máquina que...
Elías – chicos, no se deliren. Son actores que hacen sus personajes
Claudio – no, Elías, no son actores. Son de carne y hueso.
Micaela – no son de carne y hueso, ni es nuestra ilusión. A veces, los personajes de la historia se salen de los libros para venir a visitarnos.
Micaela toma un trapo enorme, los tapa a Juan Jufré, el Sacerdote y los soldados)
Director – cuando se vive la historia, es como si los personajes cobraran vida. Eso nos pasa porque amamos a nuestra provincia.
Claudio – sí, amo a mi San Juan, y a sus chicas, ¡son re lindas!
Elías – y yo, amo las uvas, las aceitunas, y … ¡las pizzas!
(Los actores, todos, lo miran al director y ríen con picardía)
Director - ¿y a mí por qué me miran?
(Se retiran todos, mientras los actores le piden pizza al director y éste se niega)

Telón






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